Martha Graham (1894-1991) es considerada la
bailarina más importante del siglo XX. Su contribución dancística ha tenido una
influencia tan grande en el baile moderno como Stravinsky en la música, Frank Lloyd Wright en la arquitectura y Picasso en el arte moderno. Por eso, la
llaman “La Picasso de la danza”.
Como danzarina, coreógrafa y maestra de baile,
Graham desarrolló un lenguaje artístico que expresa emociones humanas de una
manera muy diferente al ballet clásico: se aleja de la fluidez, se concentra en
las cualidades de “contraer” y “soltar” y los movimientos angulares representan los sentimientos más fuertes.
Formada en la
escuela de danza Denishawn de Los Ángeles, donde tuvo como profesores a Ted Shawn y Ruth Saint Denis. En 1923, se trasladó a Nueva York e intervino en
diversas producciones de Broadway. En 1926, fundó su propia compañía.
A partir de
1934, Graham se sirvió de música especialmente compuesta para
ella al preparar sus coreografías.
Junto a Carta al mundo (1940), inspirada en la vida y obra de la poetisa estadounidense Emily Dickinson, de los años cuarenta, destacan Viaje nocturno (1948) y
Primavera apalache (1944), dos coreografías que serían llevadas a la
gran pantalla.
Retirada como
bailarina en 1970, continuó su con pasión como coreógrafa; todavía en 1984, con
noventa años de edad, preparó La consagración de la primavera de
Stravinski. En 1973, se publicó Notas de Martha Graham: obra que ofrece un
testimonio sobre la inspiración de sus más de ciento ochenta trabajos.
Hoy en día la técnica de Martha Graham es uno de
los principales fundamentos de la danza moderna. La Compañía de baile Martha
Graham es la más antigua de Estados Unidos.
Lamentation - Martha Graham
En colaboración con la bailarina Valentina Tuminello.
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